Preferencias en el consumo de vino según el género

Preferencias en el consumo de vino según el género

En base a las encuestas realizadas por Consultora Stg, analizamos los hábitos de consumo de mujeres y hombres para conocer si existe o no diferencia entre ellos.

¿Qué atributos del vino definen la elección de cada género?

A través de un relevamiento indagamos qué resulta más atractivo a la hora de elegir un vino y encontramos una marcada diferencia por género: las mujeres se fijan en atributos a los que los hombres no dan importancia y viceversa. 

En el caso de los hombres, se valora la información más técnica y variables funcionales, mientras que las mujeres ponen su mayor interés en variables emocionales como la historia de la bodega y del vino y datos más prácticos y de consumo como el maridaje.

De esta forma, basándonos en un estudio concreto, podemos señalar que las diferencias entre géneros a la hora de consumir vino en el mercado argentino no se trata de un prejuicio y que sí existen diferencias entre mujeres y hombres en el  momento de la compra.  

Otras tendencias

Como en investigaciones anteriores, se ha corroborado también que el vino tinto sigue siendo el gran elegido, ya que 8 de cada 10 consumidores lo prefieren, en especial los hombres mayores de 65 años y residentes en la Patagonia. En cambio, el vino blanco o blanco dulce fue elegido por el 12% de los entrevistados, con mayor incidencia entre las mujeres y los más jóvenes.

En cuanto a las ocasiones de consumo, el vino es consumido principalmente en el hogar, siendo una clara compañía de las comidas (46%). En segundo lugar, para disfrutar de charlas con la pareja o amigos, e incluso cuando se va a casas de amigos. El espumoso es consumido más que nada  en fiestas pero también encuentra un espacio de consumo hogareño, acompañando comidas y en momentos de charla con los íntimos.

Como punto de compra se elige principalmente la modalidad offline, destacándose las vinotecas y supermercados. El target que opta por la compra online lo hace a través de webs de vinotecas y/o bodegas, manifestándose una baja incidencia en plataformas de e-commerce y apps de pedidos a domicilio.

Por último, la evidencia nos muestra que la frecuencia de consumo de vinos es de tres veces por semana, mientras que la de espumantes es de una vez. La compra de vinos y espumantes es principalmente planificada y se centra en la reposición (60%), seguida por el consumo inmediato (27%). 

El consumidor -ya sea hombre o mujer- disfruta además de actividades relacionadas con el mundo del vino out- home en las cuales la propuesta sea la diversión y el conocimiento de novedades.