DROP #2: La recomendación, clave para acercarse al consumidor

DROP #2: La recomendación, clave para acercarse al consumidor

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DROP #2: La recomendación, clave para acercarse al consumidor

El mercado del vino es uno de los más diversificados de nuestro país, con una oferta extraordinariamente amplia tanto en términos de bodegas, variedades, marcas, regiones productoras y estilos de vinos. Es por esto que llegar al consumidor es uno de los mayores desafíos para los productores.

En esta nueva entrega de DROP, de Consultora Stg, aparecen reflejadas algunas de pautas de consumo a tener en cuenta. Entre los encuestados a nivel país, la frecuencia de consumo de vino se ve en las siguientes cifras: toman vino más de una vez a la semana el 12,9%;  una vez a la semana, 18,7%; de una a tres veces al mes, 22,4%; menos de una vez al mes, 22,7%; nunca, 23,2%. La mayor diferencia entre géneros se da entre quienes toman más de una vez a la semana (7,7% de mujeres vs 18,9% de varones) y entre quienes no toman nunca, donde el número de mujeres es superior (26,9% vs 19,4%). Entre quienes no están interesados en el vino ni lo consumen, el rango etario más representado es el de 50 a 64 años (29%).

A la hora de probar un nuevo vino, los consumidores tienen antes que nada en cuenta la recomendación, ya sea de amigos o de expertos, para aventurarse con un producto (37,8%). En segundo término tienen en cuenta el precio (19,4%), cuyo protagonismo podría estar acentuado en alguna medida por momento de crisis como el que atravesamos, y en tercer lugar el reconocimiento de la bodega o la marca (17,8%). La variedad o la región de origen, en cambio, no presenta tanta relevancia para quienes quieren probar algo nuevo (14,3%) y el aspecto de la etiqueta es importante solo para el 10,7% de los encuestados, aunque no hay que despreciar su contribución a la construcción marcaria.

La recomendación puede entenderse como un sinónimo de seguridad del consumidor en su elección. De alguna manera, se trata de no equivocarse. Y esto nos lleva a otro aspecto de las conclusiones derivadas de este nuevo estudio: quienes consumen vino con cierta frecuencia declaran no ser entendidos ni saber mucho del tema. Hay aquí un reconocimiento de la complejidad de la oferta en este mercado y la necesidad de reducir riesgos a la hora de elegirUn 38,9% de los encuestados afirma tomar vino con frecuencia pero no conocer mucho del tema, un 21,4% tomar regularmente pero tampoco dice ser un entendido y solo un 15,7% afirma tener un cierto conocimiento de variedades y cepas.

La atracción por el mundo del vino también puede verse reflejada en el enoturismo, una herramienta muy efectiva para cautivar consumidores. Aquí se advierte un interesante potencial, ya que de los encuestados el 61.2% nunca ha visitado un establecimiento productor, y esto sucede tanto entre hombres como mujeres de manera pareja. Es notable este potencial en especial en una región productora como el NOA, en la que el 60,8% no ha visitado una bodega en contraste con Cuyo, emblema de la vitivinicultura argentina, donde solo el 32,1% no ha realizado una visita de este tipo. También es llamativo que en la región NOA un 30% de los encuestados afirman no tomar nunca vino y un 36% solo lo hacen menos de una vez al mes, indicador de una cierta distancia de los hábitos de consumo locales con la industria. En términos generales, el 40,1% de quienes sí han realizado una visita de este tipo consume vinos de un rango de precio de $151 a $200, dato a tener en cuenta al pensar, por ejemplo, en públicos potenciales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

*Resultados de respuestas múltiples entre 1012 encuestados